jueves, 10 de diciembre de 2009

El futuro de internet en España, en manos del precio y las condiciones del juego

 BROCHA DIGITAL, PODCAST DE AUDIO DE PERIODISTASDIGITALES.ES 

Buenas tardes, Jota

El Gobierno trata de trasladar el debate hacia la gratuidad o no del intercambio de archivos en la red, el conocido como P2P. Es lo que más le conviene: la cortina de humo para oscurecer y desviar la atención de la opinión pública. Y, en realidad, el debate reside -lo quieran o no- en la pérdida de derechos fundamentales. Y ahí es donde hay que pararle los pies.

El Anteproyecto de Ley de Economía Sostenible no sólo coloca en manos no judiciales la decisión de cerrar webs sino que se reserva el derecho a impedir el acceso de algunos portales desde el extranjero, al más puro estilo de China o Cuba. No nos engañemos, Jota, estamos dando pasitos para atrás.

Después de la reunión con Escolar, Dans y otros personajes destacados del mundo de la blogosfera y sus aledaños; tras la publicación del Manifiesto en defensa de los Derechos Fundamentales en Internet ; tras la tormenta de críticas llovidas; son tres los artículos con los que me quedo.

El primero el de Paloma Llaneza, experta abogada en este terreno cenagoso y esposa del insigne  Chiqui Lafuente. Titulado "El Diablo está en los detalles" abunda en el principal problema, Jota: dejar en manos no judiciales el cierre de la web. Recomiendo su lectura. Ahí es dónde mora la clave.

El segundo es de Juan Verela publicado en Periodistas 21 titulado "No es gratis". En él asegura que la cultura y la industria de masas están en crisis, cosa que suscribo. De todo lo relatado por Juan, me quedo con las propuestas de generalizar las licencias libres y flexibles de propiedad intelectual; y la de no extender exageradamente los derechos de autor y simplificar su gestión.

De todo lo que he leído, otro artículo con el que me quedo es el escrito por Wicho en Microsiervos.com. Se titula "Atentado contra los derechos fundamentales" y viene a reflejar la inquietud de todos por el contenido de la tan cacareada disposición adicional primera de la Ley de Economía Sostenible. Javier no discute la propiedad intelectual -como casi nadie-. Discrepa de la posibilidad del cierre de webs sin intervención judicial.

A mi parecer Jota, estamos ante una revolución cercana en tamaño y repercusiones al nacimiento de la imprenta. Nadie sabe cómo meterle mano porque es inabarcable. La SGAE sólo lleva la razón en una cosa: los derechos de autor hay que protegerlos. Sin duda. Pero la industria necesita de una transformación sin precedentes, a escala mudial y completa. ¡Los derechos de autor de una canción no pueden durar 70 años, por favor, vamos a ser razonables!

Todo debe cambiar; comenzando por el conglomerado empresarial implicado en esta cuestión, desde los videojuegos a los proveedores de internet; desde la música, el cine o el software, a los diseñadores de portales. Todos.

Para simplificar, la bisagra sobre lo que vascula todo es el precio. Todo es demasiado caro. Un kilo de patatas cuesta 0,10 centímos en el campo. En el comercio vale más de un euro. Un CD cuesta 20 euros. El autor, sólo se lleva uno. En el cine ocurre tanto de lo mismo. El modelo actual está abocado al fracaso, a la muerte. Está agonizando. Por inercia propia. La evolución es la única salida. ¿Hacia dónde? Esa es la pregunta del millón.

Se agotó el tiempo Jota y sólo me queda pasar de puntillas sobre la incorporación de la "ñ" a los dominios europeos; el nacimiento de "Vevo", el nuevo portal de videoclips; la presentación de un nuevo sistema de búsquedas visuales de Google; o el nacimiento de Chrome para Mac y Linux.

Ay, Jota, cuánto nos queda vigilando las artimañas del poder para controlarlo todo y cuánta unidad de criterio ante un borrador legislativo sin futuro.

La próxima ocasión, si nos dejan, seguiremos enredando. Adiós.