Hoy cambié de trabajo en el seno de mi empresa tras ocho años ahogado en rutina entre códigos de html y un periodismo de agencias.
Unos -sin decírmelo- han bañado la muda de paso atrás. Otros tiñen el asunto de buena esperanza, lo preñaron de ilusión. Pero me quedo con una reflexión de una compañera, tratándose de explicar en su fuero interno las nuevas circuntancias:
- Si hubieras sido mujer...
No hizo falta decir más.
resquiescat in pace
