martes, 13 de mayo de 2008

La Era vaticinada

BROCHA DIGITAL, ESPACIO FINAL DEL PROGRAMA "ENREDADOS"

Buenas tardes, Jota

¡Qué gran saco este de Internet! ¡Para cuánto da! Dicen que vivimos en la Era más democrática de la red. Es posible. Nos dejan participar, aunque participar sea insultar a un o una periodista cuya crónica no es afín a mis sensaciones, intereses y/o perspectiva. Y si no que se lo pregunten a Ideal.

Hasta ahora, Jota, he sido crítico con la Junta. De hecho aún no me creo lo del mega para todos los andaluces. Como tampoco me creí entonces la cantinela de la sociedad de la información. Con sinceridad, hace años, llegué arrugar en muchas ocasiones la nariz cuando me hablaban de ese término, cuando un hombre, en concreto Chaves, con más años en la Junta que la puerta, con un teórico menor interés que yo por las nuevas tecnologías se empecinaba en la necesidad de impulsarla. Y yo no hacía más que sacudirme la cabeza tratando de encajar aquellos mensajes repetitivos, cansinos y semiencriptados para mí en aquellos momentos. Eso es visión de futuro. Y acertó.

Y fíjate tú por dónde ahora nos encontramos hablando de la sociedad de la información, de Pezzi, y de la democracia que subyace debajo de toda red social tejida de impulsos eléctricos.

Pero hoy, Jota, es un día de luto. Mucha democracia en la sociedad de la información, pero, como sigan así, nos vamos a quedar sin películas en la red. Que sí Jota, que los seis mayores estudios de cine de Hollywood van a recibir 72 millones de euros del portal de descarga de archivos torrent, que nos quedamos sin pelis. Bueno, nos quedamos de momento. Ya habrá otro que lo sustituya. Esto es lo gracioso. Hasta que se cansen. Pasó con Napster y mira si hay sitios de intercambio. No me hagáis hablar de Rapidshare y/o megaupload. Pero qué malos son, ¿Mira que poner a disposición de todos los internautas 3.700 películas y series de televisión? Así no.

Pero no olvidemos que policía hay en todos lados, hasta dentro de los ordenadores. ¿Sabes Jota que robaron dos portátiles Apple en Nueva York, uno de ellos propiedad de una chica que trabajaba en una tienda de Mac? Pues así fue. Y ni corta ni perezosa accedió remotamente a su ordenador y mientras el ladrón lo utilizaba, sin que se diera cuenta lo fotografió. Y ahí acabó la aventura.

Y no me puedo despedir sin recomendar a aquellos que crean que se vayan a poner enfermos que viajen a Córdoba. Es que los males se pasan mejor con Internet y allí, en el Reina Sofía, han puesto wifi gratuito para los pacientes.

Ay Jota, qué lejos estamos de la autocracia griega y cuánto ladrón al que enseñar que los apple no se roban. La semana que viene, si nos dejan, seguiremos enredando. Adiós.