Castaña, ñoñería, niño o niña, leña, caña, cuña, señor o señora, España, roña, riñón, piña, Catalauña, zizaña, cucaña, riña paño, coño, con perdón... Qué palabras más sonantes, no todas biensonantes para algunos pero en definitiva con cuerpo, con empaque. Que me gusta el lenguaje castizo, el autóctono, el de la tierra, el terruño, el de nuestras raíces, el nuestro, el de nuestros antepasados.
Como a estas alturas se habrán dado cuenta, todas estas palagras tienen algo en común, guardan una cualidad formal análoga, que no es otra que el uso de nuestra amada y nunca bien ponderada “ñ”.
Los inventores y artífices de internet, ceñidos a sus idiomas, embutidos en sus propios lenguajes, forjaron una estructura arquitectónica informática que conforma las tripas de Internet. Ese lenguje, creado por americanos puros de oliva, no contemplaba la letra ñ. Luego nos hemos tirado varios años sin poder utilizarla en los dominios, con lo que para el turismo podría estar suponiendo hoy día un españa.es.
Pero ese extremo tiene las horas contadas. En el mes de octubre, Jota, apúntate la fecha se podrá registrar el españa.es, enmaracado en la
Ley de Medidas de Impulso de la Sociedad de la Información, que sólo el entrañable Pezzi sabe qué es exactamente.
Además de dominios con la ñ, dominios que de cualqueir forma se acabarán en 2010, según algunos agoreros, podrán registrarse nombres con caracteres multilingües. Eso sí, el Gobierno se reservará el derecho de asignar los dominios .es a aquellas empresas que tuvieron que modificiar la decisión inicial de compra de dominio precisamente por el impedimento de incluir estos caracteres. Hasta cierto punto normal. Caracteres que además han sido incluidos ahora y que a partir de este momento tendrán derecho a adquirir esos nuevos dominios.
Para casos análogos de prioridad de asignación, el Gobierno ha salido de la curva derrapando y organizará subastas.
Como todos ustedes saben y tu también Jota, cerca del 80 por ciento de la red muestra contenido sexual, desgraciadamente para algunos y especialmente agradable para otros. Puedo imaginarme la cantidad de acepciones que podrán acuñarse con la última palabra que referí antes, en el comienzo, y que hace alusión a cierta parte localizada en la zona púbica femenina. Pero eso quizá sea materia de la imaginación y la especulación, aunque creo sinceramente que la pelea va a estar más en obtener coñitoscalientes.com, con perdón de nuevo, que en lograr el dominio castañasdehuelva, por ejemplo.
Pero no olvidemos que internet es lo que es gracias a los ordenadores y que los ordenadores funcionan merced a la electricidad. Una electricidad que viaja por cable, como todos sabemos. Al menos hasta el momento. Porque el sueño de muchos de los frikies de la red, entre los que me incluyo, estamos de enhorabuena. Bueno, en realidad, está de enhorabuena casi todo el mundo, porque todo el mundo deseaba soluciones así. Está a punto de salir, Jota, atención la witricidad, que no es otra cosa que la energía eléctrica transmitida “wireless”, es decir, sin cables.
Pero no quiero agotar el tema y en próximas ediciones explicaremos los pormenores de semejante hallazgo. Lo más importante es que se acabarán problemas como los de recargar la batería porque la electricidad estará como los mosquitos en Huelva en verano, por todas partes.
Ay, Jota, cuanto que avanzar y cuanta nuevos logros tecnológicos nos quedan por conocer.