martes, 2 de febrero de 2010

Pregón del Carnaval de Valver del Camino 2010 (I)



Aquí comienzan las tres partes del pregón del Carnaval de Valverde del Camino pronunciado por el menda el pasado viernes 29 de enero. Comenzamos, como no, por la presentación.


PREGÓN CARNAVAL 2010


Buenas noches a todos y a todas

Gracias, agradecido, muchas gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, eternamente agradecido, gracias, gracias, muchas gracias, gracias, gracias, profundamente dichoso, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias

A ti, a ti, a ti, a ti, a todos gracias…

Por si no las han contado suman 20. Los veinte te quieros que hoy me gustaría entregar como una pareja de enamorado entrega al otro, con pasión, nacida del corazón.

Entrega que hago a todos y cada uno de aquellos  que me han permitido durante estos últimos 20 años seguir participando de  una manera o de otra en la fiesta del veneno, en el Carnaval de Valverde del Camino.

CON TODO MI CORAZÓN, GRACIAS

Ya me puedo morir tranquilo
20 años de carnaval
En Valverde del Camino

En esta efímera vida
que me ha tocado vivir
cambiaría muchas cosas
y con dos me quedaría
tesoro de mi alegría
hasta que me llegue el fin

La primera ser hijo de quien soy
Don Sebastián Forero
Mi padre, lo más especial
La segunda, en el Carnaval
El ejercicio de pregonero

Ya me puedo morir tranquilo
20 años de carnaval
En Valverde del Camino

Este pregón se lo voy a dedicar a mis padres. Mi padre lo verá desde lo más alto y mi madre, la Pepa, ahí la tienen, desde aquí abajo. Y, como no a mi mujer, Leo, que con soportarme ya tiene ganado un trocito de cielo. Va por las personas más importantes de mi vida.

ESTRIBILLO INCOMPRENQUÉ

Este estribillo resume lo que quiero contar: que somos los mejores, que este es el mejor carnaval de la provincia y parte del extranjero. Y no lo digo porque esté dando un pregón. Mucha gente piensa como yo. Todavía recuerdo cuando la Federación Onubense de Peñas de Carnaval, la célebre FOPA, nos dijo a Antonio José Mantero y a mí que quiénes éramos nosotros para montar un carnaval provincial en Valverde sin su consentimiento. Por supuesto, los mandamos a hacer gárgaras, por no decir... a tomar por culo. Montamos lo que nos da la gana, faltaría más.

Hoy, Isla Cristina, Ayamonte, Bollullos, Huelva, Calañas, Ríotinto, Punta Umbría... Y seguro que me dejo unos cuantos. Todos vienen aquí a cantar en el Provincial. A mamar. No será la primera ni la última vez que dejan de ir al provincial de Huelva por participar en Valverde. Muchos años de esfuerzo y dedicación nos han granjeado una reputación en la provincia de Huelva y fuera de ella.

¿Y por qué este estribillo, el de los Incompren... qué, del año 2000, de hace diez años? ¿Por qué este disfraz? Se estarán preguntando ustedes. Simplemente porque es el que pertenece a una agrupación que marcó un punto de inflexión en mi periplo por el Carnaval. Me marcó por el esfuerzo, la intensidad y el cariño especial que le pusimos. Lástima que a alguien en la pingo-la de un árbol no les gustáramos demasiado. Y sobre todo porque en su estribillo resume todo: Esto es una pasada Carnaval.

ESTRIBILLO INCOMPRENQUÉ

Como ven he venido preparado. ¿Han traído el suyo? Supongo que ustedes también han sido precavidos como yo. Les habrán advertido de la duración de este pregón. He hecho la prueba en casa y sale aproximadamente... a un folio el minuto. Calculando que he escrito.... 7.220 páginas, me salen unas pocas de horas leyendo. Póngase cómodos. Pablo, Vicente y Alberto han cerrado las puertas y me ha asegurado que de aquí no sale nadie hasta que yo no termine. Creo que se hacen cargo de la situación.

Voy a tratar de ser muy claro, directo, sin eufemismos, sin rodeos, sin ambigüedades, con expresiones diáfanas, transparente como el agua para que mi mensaje llegue a todo el mundo. He dividido este pregón en dos centenares  de  apartados que iremos desgranando en esta intensa noche repleta de axiomas algorítmicos carnavalescos.

Por cierto si hay alguna idea que no entienden, nos detenemos y buzeamos juntos en su significado.

Algoritmo: Conjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución de un problema.

Como estarán comprobando, estoy cumpliendo mi palabra. Si acaso, de la expresión anterior “axiomas algorítmicos carnavalescos”, tendría que explicarles el término... Carnavalesco. Porque lo otro se entiende perfectamente.

ero lo voy a lamentar. Debo ignorar mi vocación docente aunque se postule continuamente en mi fuero interno.

Porque si nó, cuando salgamos del teatro, tras su  estruendoso aplauso, ya amaneciendo, nos vamos a encontrar a la gente haciendo cola esperando un número para su médico, ahí atrás en el Centro de Salud. Algunas señoras llevarán ahí desde las siete de la mañana. Y no pierden la esperanza de ver a su médico. Qué atrevida es la ignorancia. Aunque saben que a las 8:00 se empiezan a repartir los números y a las 8:10 ya se han acabado. En fin...

Mi tía, hace años que no ve a su médico. Ya no recuerda la última vez que cogió número. Cuando tuvo el privilegio de tener número le hizo una foto y la tiene allí encima de la mesilla de noche. Y lo recuerda recetando nolotiles y dolalgiales con esa bata blanca.

Y yo me pregunto ¿Para qué quiere entonces uno un médico asignado, si no te puede ver? La respuesta está aún en el campo de la ciencia sin explorar. Corresponde al área de paradojas y tecnicismos de la medicina moderna que no alcanzamos a comprender. Es tanto lo que nos falta por aprender...

Eso sí. Dicen que repitiendo mucho las cosas, se te quedan. A lo mejor para que alguien aprenda a que las cosas hay que cambiarlas, lo mejor sería repetírselo todo una y otra vez, una y otra vez, Vamos, como si fueras... un loro.

Volviendo a la duración de este pregón, estimo, en suma que, unidad de tiempo arriba, unidad de tiempo abajo, hasta que los gorriones no hagan chiru chiru, de aquí no nos vamos. Pero no importa, todo sea por conocer un poco más el carnaval.

Y lo haremos juntos. Aunque no pretendo que sea la lectura de una tésis doctoral, a lo mejor se convierte en algo más para su sorpresa y regocijo. Espero, en cualquier caso, no aburrirles.

No se preocupen porque el tedio, según las últimos hallazgos en la materia, no alcanza el estado anímico humano hasta pasadas al menos las diez primeras horas de cualquier acontecimiento y/o pregón de carnaval.

Es más, a mi mujer ya se lo he leído. Aún no me ha dado su opinión. Sólo ha hablado para pedirme una cosa: el divorcio.

Pero no quiero dejar pasar la ocasión de nombrar a la gente que más significado han tenido para mí en todos estos años de Carnaval.

En primer lugar mi madre en particular y mi familia en general. La Pepa se ha llevado años dejándose las pestañas haciéndonos unos trajes que siempre causaban sensación. Para quitarse el sombrero y no volver a ponérselo. Gracias madre. Y a mi hermano José Luis, con el que he hecho unas chirigotas magníficas. Me hubiera encantado hacer muchas más con él. Un tío con una afinación exquisita y que desde hace años, como saben, busca otros caminos musicales con su propio grupo 4Lmentos. Y me acuerdo hoy de mi hermana Isabel, que aunque vive en Gibraleón, no ha faltado a la cita. Siempre era una de las primeras personas en casa en conocer las nuevas letras. Era el primer filtro. Si no se reía, ni las enseñaba en el ensayo.

En segundo lugar, mi chirigota con Juan Carlos y Antonio José Mantero, Pepe López, el incansable bombo, Javier el perejil, -que te llevo siempre en el corazón, Javier-, lo mismo que a Raúl Sousa, Manolo Campillo, el Llanes, el Piri, el kiko, José Antonio, Luis El Maito, el Pariente, los hermanos Márquez, Pedro, Eduardo, Eugenio Mantero, Nicolás. Me acuerdo de Miguel el de la Esquinita, de Agustín Doblado, de Emilio Cejudo, de Juan Manuel Macías, de Marín... Y muchos otros que se me quedarán seguro en el tintero y que espero sepan perdonar mi falta de memoria.

Fuera de mi chirigota me tengo que acordar de Sánchez, taxista de profesión, jubilado. Fíjense que se sabe cuándo se extinguieron los dinosaurios en la Tierra, pero aún no se sabe cuándo llegó Sánchez al Carnaval de Valverde. Lleva aquí más años que la puerta. La leyenda dice que fue él quien puso la primera piedra de la Venta Facanías… Un hombre importantísimo en el Carnaval. Sin duda.

Como lo es Alfonso Macías, que cuando sólo había un espectáculo de carnaval sin concurso en la Sala Tyfanys y nadie se disfrazaba, él era el primero que iba a su casa se disfrazaba y se sumaba a nosotros, a mi chirigota, a la del Perejil, que estábamos solos con el bombo del López y la caja de Antonio José intentando animar al pueblo bailando calleja arriba, calleja abajo a que se vistieran y participaran. Y estábamos, repito, solos. Posiblemente sin esos momentos, sin esos acicates, este pueblo hubiera tenido otro carnaval. No sé si mejor o peor, pero sería otro.

Me llevaría toda la noche agradeciendo, pero debo acabar aquí porque el carnaval ha cometido faltas graves que ahora veremos si se consideran delito.