domingo, 19 de octubre de 2008

Vuelve...

Me da una alegría inmensa ver esta imagen. Por muchas razones, tan largas de esgrimir... Son muchas las sensaciones, pero la mayor sigue siendo la envidia. Una envidia sana por la capacidad de superación, de encaje y tesón demostrada. Juan ha demostrado además de un gran amigo, ser un ejemplo para todos. Verlo de nuevo montado en una moto es una mezcla de sentimientos entre el tributo a los que no se rinden nunca y el desprecio a los cobardes que tiran la toalla a la primera de cambio. ¡Bravo Juan! Soy motero y me gusta montar en moto. El día que te vea a mi lado en ruta sabré que todo ha merecido la pena.